La verdad está aquí dentro

Bien, refiriéndome a la Entrada Break the targets, sé que los comentarios no han llegado a 15, pero en vista de las ansias de mis retorcidos y malévolos lectores, contaré lo que sucedió en aquella habitación mientras llovía.

No iba a estarme mucho tiempo. Esperar a que dejara de llover e irme. Sin embargo, en lugar de dejarme en el rellano como otras veces hizo, me llevó a su cuarto. Una vez allí me encendió la tele y me quedé sentado en la cama, viendo publicidad. Ella se quedó en su pc chateando.

Al rato vino y se me sentó al lado. Me dijo que si quería podía cambiar de canal aquí y aquí. Y me mostró la programación de la tele. Al ir a cogerla, como cosas que pasan, le rocé un pecho, al que reaccionó como si nada hubiera pasado. Le pedí perdón aún sin saber si se habría dado cuenta y mientras ojeaba la revistita me percaté de que ella se había animado. La miré haciendo referencia ocular a su estado y se sonrojó. Me gruñó un poco, pero se relajó enseguida. Aprovechando que la puerta andaba cerrada me acerqué un poco más. La miré de arriba a abajo, con mirada pícara. Ella me devolvió otra mirada, muy provocativa. Mi mano fue a su muslo y sorprendentemente no recibí ninguna bofetada. Me tiré un poco sobre ella y la besé. Espero que no me vaya a matar por contar todo esto... Bueno... el resto... lo contaré resumidamente. Nos fuimos deslizando la ropa, una camisa por aquí, algo más por allá... Recuerdo como deslicé mi dedo por el encaje de su ropa interior. Y como le acariciaba todo su perfil. Ella estuvo impasible, más con miedo que con soltura. Cuando bajé la mano me sorprendió. Aquello parecía puro vapor hirviente. Bajé mi cabeza y empecé a besarle por el estómago, y pasé mis dos dedos índice por el tirante de su ropa interior mientras la bajaba lentamente. Al quitarla, todos mis lectores se quedaron con ganas de más porque todo este largo párrafo es ficticio. Yo también soy retorcido y malévolo, no os olvidéis.

5 comentarios

Le passanti dijo...

tas loco perdido xd

Marco dijo...

Mis dedos resbalaban en el terciopelo de su piel sintiendo como a cada roce su hermosa dermis se encogía y los dulces estimulos en su voz me excitaban de una manera voraz. Mi corazón latía rápido cuanto mas me acercaba a su pubis, sentía como mis manos hacían retorcer el cuerpo de tan bella Venus que fuera mía al menos por esta noche en la que no dejaría desinhibido ningún punto de de su dulce cuerpo. De repente mi corazón dio un salto, pues como si en una ciclópea catedral estuviera, mas antigua que el tiempo, escuchaba el retintín de una campana, entonces no se porque, me apresuré a bajar mis manos cual lobo busca su presa tímida e ignorante de su futuro, pero entonces todo se volvió blanco y el retintín de las campanas fueron mas y mas fuertes, miré hacia la derecha y no había nadie, solo una sabana azul arrugada y un vacío que me encogía. Entonces empecé a tener una retahíla de realidad, cuando miré a la izquierda y fue entonces cuando el vacío se convirtió en un agujero negro ahí en medio de mi universo llevándose todas las emociones que en un momento habían sido tan claras y excitantes. Allí vi un reloj digital mirando hacia mi como con vida propia casi hasta logré ver una sonrisa malévola en tan inocuo aparato y en el unos números grandes y rojos de un rojo que me atenazaba el alma marcando las 7:00.

Unknown dijo...

Que grande eres, Mister M jajajaja. Pero, por favor, no vuelvas a hacer que te imaginemos en "plan intimo".... vamos, que no te queremos imaginar en bolas :P

Unknown dijo...

En realidad me ha dado que pensar...sugerente, pero también bastante asco, no crees?

Le passanti dijo...

oO... tienes suerte ke no te he visto x el curro hoy. MUUUUCHA SUERTE!