Sábado 27 de Junio del 2009

Voy a almorzar con algunas amistades que conservo de la última vez que estoy aquí. Nos vamos a un japonés donde hay menús por 13 € y parece estar bien. Mientras la chica iba sirviéndonos la comida nos hablaba en japo-alemán, y no se si por frikeza, le entendía más el japonés, tanto es así que en un momento dado tuve que traducirle a una chica que en su menú le habían puesto tofu porque no les quedaba otra cosa.

Luego, nos fuimos a tomar el postre a una plaza donde había varias cafeterías. Me comí un Eis Café, una copa de café con helado, que se supone que se revolvía, aunque durante una hora y algo surgió una extraña discusión en la mesa sobre echarle azúcar o no a la copa, y que el que toma azúcar es mariquita, y que por lo visto una chica de allí, por lo tanto, era mariquita. (Denótese que estábamos de risas). Luego el grupo se disuadió: Dos de ellos se fueron a la piscina a jugar a Urotsukidoji con los churros estos para flotar; las dos chicas se fueron a comprar unos zapatos, y un amigo y yo fuimos a comprarnos una escudilla o dicho en correcto castellano: Un tazón para desayunar.

En la noche no me iba a apuntar a ningún plan ya que iban a ir a un restaurante caro para luego ir a una discoteca cara, y mis fondos no son muy amplios por el momento. Pero al final fueron a una fiesta que se hace en Bergerstrasse, una de estas fiestas de pueblo en las que hay un puesto de cerveza, otro de salchichas, otro de cerveza, otro de salchichas, uno de música y repítase el patrón durante varios cientos de metros. Nos comimos algún perrito y nos tomamos alguna Coronita (aquí llamada Corona). Y ya por la noche, cuando se fueron a aquella discoteca cara, yo me fui a mi casita. A dormir la mona. Un buen primer fin de semana, si señor.

1 comentarios

Zinyck dijo...

Ánimo con tu nueva vida en Frankfurt!